LA EVOLUCIÓN CULTURAL DEL HOMBRE
Y SU EFECTO SOBRE LA HISTORIA DE LA VIDA
Dos cambios anatómicos fueron determinantes en nuestro proceso evolutivo: la postura erguida y el aumento en el tamaño del cerebro. Para llegar a la postura erguida se requirieron modificaciones en los pies, las caderas y la columna vertebral. El aumento en el tamaño del cerebro se hizo posible prolongando el período de crecimiento del cráneo y su contenido. los cerebros de los fetos de la mayoría de los mamíferos crecen rápidamente, pero su ritmo de crecimiento disminuye y finalmente, poco después del nacimiento, se detiene. A diferencia el cerebro de los primates, continúa creciendo después del nacimiento, siendo ese período de crecimiento mucho más largo en los humanos que en cualquier otro primate.
Al ser ese período de crecimiento más largo, es también mayor el tiempo que los descendientes pasan al lado de sus progenitores, lo cual contribuye a que los hijos aprendan y repitan las experiencias de las generaciones anteriores. Esta es la base de la cultura; la transmisión del conocimiento acumulado generación tras generación. El medio de transmisión más importante es el lenguaje hablado y escrito.
En nuestra evolución cultural podemos distinguir tres etapas principales: la primera comenzó con los nómadas, quienes cazaban para conseguir su alimento, fabricaban herramientas, organizaban actividades comunales y se repartían el trabajo. La segunda etapa vino con el desarrollo de la agricultura hace 10.000 a 15.000 años, lo que conllevó el establecimiento de comunidades permanentes o sedentarias y la formación de las primeras ciudades. La tercera etapa importante fue la revolución industrial, que comenzó en el siglo XVIII. A partir de ese momento las nuevas tecnologías y la población humana aumentaron en una forma muy acelerada.
A través de esa evolución cultural la especie humana no ha sufrido ningún cambio biológico importante. Probablemente somos igualmente inteligentes que nuestros antepasados que vivieron en cavernas en Eurasia y África; el mismo hombre que construía herramientas a partir de piedras es el que hoy fabrica computadores. El hecho de que el hombre sepa como construir naves espaciales no es algo que está en nuestros genes, es el resultado de la acumulación de la experiencia humana a través de muchas generaciones y trasmitida a través de padres, profesores y libros.
El hecho del aumento del tamaño del cerebro puede parecer muy sencillo, pero sus consecuencias sobre la historia de la vida han sido enormes. el Homo sapiens es una especie que no tiene que esperar la acción de la selección natural para adaptarse a un medio. Nosotros simplemente cambiamos el medio y lo ajustamos a nuestras necesidades.
Por esta razón los cambios en nuestro planeta han sido tantos y tan rápidos, porque a donde llega el hombre, modifica el medio. El proceso de cambio es tan acelerado que muchas especies no se pueden adaptar y se extinguen. Las cifras sobre extinción de especies son abrumadoras y son principalmente el resultado de la destrucción de los hábitat por la contaminación. La capacidad de la tierra para mantener la vida está ya forzada con la población humana existente. Una muestra de esto es el inmenso consumo de combustible, el cual produce como desecho tal cantidad de dióxido de carbono que la temperatura de la atmósfera se ha incrementado, alterando el clima mundial. de esa forma, no solo las especies individuales están amenazadas, sino que el planeta está en peligro. Los bosques tropicales, que actúan moderando el clima y manteniendo el equilibrio de gases en la atmósfera, son arrasados a gran velocidad. El estudio de estos bosques ha revelado que muchas espacies pudieron haberse extinguido antes de que se conocieran.
De todas las crisis que ha tenido la historia de la vida, el impacto causado por una sola especie, el Homo sapiens, ha sido la más devastadora.
